Sabemos que una buena higiene bucodental comienza con el cepillado… pero también empieza en el plato. La alimentación tiene un impacto directo sobre los dientes, especialmente durante la infancia, cuando todo está en desarrollo.
Como dentista infantil en Madrid, te contamos qué alimentos ayudan a proteger la sonrisa de tu hijo y cuáles conviene limitar para evitar caries, manchas y otros problemas dentales.
Manzanas, zanahorias, apio… no solo son nutritivos, también estimulan la producción de saliva y ayudan a “limpiar” los dientes de forma natural mientras se mastican. La saliva es el mejor “enjuague” natural que tiene la boca.
El yogur natural, la leche y el queso son ricos en calcio y fósforo, minerales esenciales para fortalecer dientes y huesos. Además, el queso puede equilibrar el pH de la boca y prevenir la aparición de caries, sobre todo después de comidas ácidas.
Es la bebida ideal. Mantiene la boca hidratada, ayuda a eliminar restos de comida y estimula la saliva. Si el agua es fluorada, también ayuda a fortalecer el esmalte dental. Evita que los niños se acostumbren a bebidas dulces o con sabores artificiales.
Ricos en minerales y grasas saludables. En pequeñas cantidades y con vigilancia (por riesgo de atragantamiento en menores), aportan nutrientes sin dañar los dientes.
Aportan proteínas y vitamina D, necesarias para la formación de tejidos y la correcta absorción del calcio. La vitamina D también fortalece el sistema inmunológico, ayudando a combatir infecciones.
Refrescos, zumos envasados y batidos suelen estar cargados de azúcares y ácidos que erosionan el esmalte dental. Aunque sean «naturales», los zumos de frutas concentrados también pueden ser agresivos si se consumen en exceso. Lo ideal es que la fruta se coma entera, no exprimida.
Caramelos, chicles azucarados, gominolas o piruletas no solo contienen mucho azúcar, sino que se adhieren a los dientes durante más tiempo, alimentando las bacterias que causan caries.
Bizcochos, cereales azucarados, galletas o patatas fritas tienen harinas refinadas que se transforman rápidamente en azúcar en la boca, afectando la salud dental si no se eliminan a tiempo.
Kétchup, yogures de sabores, cereales “infantiles” o incluso algunas leches vegetales. Muchos productos etiquetados como “saludables” contienen azúcar oculto que daña el esmalte sin que nos demos cuenta.
No picar constantemente entre horas. Cuando comemos el pH de la boca baja y puede dañar el esmalte.
Meriendas conscientes. Planifica meriendas saludables para evitar recurrir a productos ultraprocesados.
Evita comer justo antes de dormir. Si no hay cepillado después, los restos de comida alimentarán a las bacterias durante toda la noche.
Enséñales a masticar despacio. Mejora la digestión y estimula la producción de saliva, que protege los dientes.
Una sonrisa sana no solo depende del cepillo y la seda dental: también de lo que comemos cada día. En nuestra clínica, como especialistas en odontología infantil en Madrid, educamos a las familias no solo en técnicas de higiene, sino también en hábitos saludables que previenen problemas futuros.
¿Tienes dudas sobre la alimentación de tu peque y cómo afecta a sus dientes?
Te esperamos para una revisión y orientación personalizada.
Porque una sonrisa fuerte… también se construye con cada bocado.
Involucra a los niños en la compra y preparación de alimentos saludables.
Lee etiquetas: si el azúcar aparece en los primeros ingredientes, mejor evitarlo.
Guarda los dulces para ocasiones especiales, y no como recompensa diaria.
Haz controles dentales regulares cada 6 meses, especialmente si tu hijo consume alimentos azucarados con frecuencia.
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